Alguna vez imaginé poder apagar los ojos, desconectar los oídos, cancelar el gusto y el olfato, desactivar el tacto... Pero jamás suprimiría el sentir como tal, ese ubicado mucho más adentro, porque el dolor que duele de verdad es recordarte, y ese dolor quiero llevarlo para siempre.
viernes, 26 de agosto de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario