viernes, 29 de septiembre de 2023

Veneno

Quiero matarme en el azul de tus ojos.

Cambian de color.
Ya, cualquier veneno me vale.

domingo, 14 de agosto de 2022

Zar

No es vano que daría cualquier cosa por tenerte un momento conmigo, y este sentimiento cobra fuerza si intento tomar conciencia de que no volverás jamás.

Nunca conocí un dolor así y por este motivo estoy absolutamente desconcertado, abatido, hundido en vida y renegado de todo.

No hay un segundo en el día en que no vea tu imagen en mi mente, que no sienta tu olor, la suavidad de tu pelo, tu jadeo en el calor de la tarde, tu mirada siempre tristona en cualquier momento de felicidad. Y cada segundo una medida importante de mi corazón se desintegra entre tus cenizas.

No es vano que daría cualquier cosa por tenerte un momento conmigo, y ese sentimiento me desvanece buscando el momento de reunirme contigo si tú no vienes a mí.


miércoles, 23 de febrero de 2022

Sol negro

En la vida y en la muerte el fuego que ardía en ambos se extinguió. Las brasas arrojaron al cielo un humo tan negro que apagó el sol.

El sol desapareció de mi vida para siempre.

Un río cercano a mí arrastró las cenizas hasta verterlas con su caudal en algún lugar que no lograré pisar jamás.

Hasta siempre, J.A.S.F.



lunes, 9 de noviembre de 2020

Recuerdo del Leteo

El agua se ha detenido al cruzar el puente devastado

donde las estrellas se reflejan en el suelo seco

y agrietado.

Visiones con los ojos vendados, con la sangre que mana de mi cráneo

amordazado,

con las prendas mojadas por tus labios que bebieron de este Leteo.

Me desvelo

entre cada embate contra el puerto de los sueños vanos,

tras los cuales, al abrir los ojos,

puedo ver el viento

gritando, hambriento,

por los vagos recuerdos y los lejanos deseos que lentamente

se apaciguan con un ansia negra y verde

como prados en la noche vedada.

Amada,

en la humedad de este arbóreo paisaje

de hiedra altiva y sonoros cánticos

aplaudo tu llanto tras el amargo brebaje que,

incauta,

viertes en tu boca mientras sueñas con la mía

y de tus labios resbala un alma,

ya de por sí fría,

que se deja arrastrar por este río

en las últimas horas que preceden al alba

de una noche que jamás fue tuya

y tampoco mía.


miércoles, 21 de octubre de 2020

Las lágrimas del tiempo

Crece, solidario con el mecanismo de las agujas del reloj. Se desarrolla en su mente un influjo de sueños perturbadores que culminan en una eyaculación de estrellas perdidas en la cama. La piscina está caliente y rebosante y ella, desnuda, se contonea delante suya para enloquecerlo mientras juntos se sumergen en el licor clorado. Ella le toma la mano y la aplica sobre su pecho como si ésta fuese una herramienta para moldear el barro, y lo estruja e intenta moldearlo con la forma de su palma. Al poco estaban follando y todo el mundo lo sabía; todos, absolutamente todos sabían lo que habían hecho. Era tan tarde que él decidió dejarse llevar cada noche y despertar mojado con las lágrimas del tiempo.

lunes, 29 de junio de 2020

Tristeza, su nombre

Despierto tumbado, con la mejilla sobre la fría baldosa de granito, tejiendo mundos psicodélicos con las gotas de lluvia caídas en la ciudad vacía. Cada una de esas gotas recoge una visión colorida alimentada por las luces de la noche.
Surge la silueta de una chica con vestido corto desde el oscuro callejón a mi izquierda, su figura se presenta tímida como es ella y la reconocí. Grité su nombre: ¡Tristeza! ¡Tristeza! Y comenzó a caminar hacia atrás hasta fundirse con el angosto lugar. ¡Tristeza! Y me levanté para perseguirla. Se fundió en una sombra y no apareció jamás.
Esta noche volveré a tumbarme sobre el suelo húmedo, antes de que las gotas de luz se evaporen y Tristeza huya con una parte de ese mundo.


viernes, 15 de mayo de 2020

Sinestesia

Quisiera conocer el porqué de mi sinestesia involuntaria que me conduce a odiar la corrupción de la realidad y a amar el color pintado de la noche; que me impulsa a conjugar graves palabras, incendiarias tras el oleaje salado; a escuchar las voces sumergido en un mar inventado, escaso siempre de agua en un eterno reproche.
Dime ¿por qué todo se vuelve negro de día y verde cuando llega la noche?


martes, 20 de agosto de 2019

El yo despierto y el yo dormido

El yo despierto observa al yo dormido. Le mira creyendo adivinar lo que sueña, profundamente perdido en su irrelevante soplo de vida. Se pregunta si habrá regresado a aquel lugar secreto donde ni tú ni yo estuvimos; aquel que tan marcada secuela plasmó en su retina; aquel donde las calles no eran tales y donde los colores de la noche no pertenecían a ningún tono existente en la gama cromática.

Todo lo que no es existe allí.

sábado, 27 de julio de 2019

La niebla en el espejo

Miraba al espejo y no era yo, eras tú, que ya te ibas. Me lo decía tu mirada ausente. Cuánto me dolía verte sabiendo que no estabas. En el tránsito de la mañana a la última tarde de mi vida te borraste de mis ojos para alistarte en la lista perpetua de mi memoria, y aquí te quedarás mientras este árbol de recuerdos reciba las lluvias de un invierno que jamás se marchará.

martes, 28 de mayo de 2019

El ataúd

Tiro fuertemente de una larga cadena que se adentra en lo profundo del nicho y de ahí, un ataúd comienza a asomar. El ataúd cae al suelo, cerrado. Es de color negro, lacado, como un piano; elegante y fino; alargado y de formas suaves. Tiene una comedida cruz de plata en la parte superior de la tapa. Quiero compartir mi visión con el mundo exterior y asomo la cabeza fuera de aquella catacumba, y veo luces de linternas. Sé que hay humanos pero no veo a ninguno. Salgo completamente, abandonando esta joya en cuyo interior, lo desconozco, puede haber un cuerpo. En este punto tomo conciencia de que el mundo de los humanos es un gran ataúd dentro de un nicho que se hunde bajo las lluvias del monzón y se pierde tras su falsa hojarasca.