martes, 28 de mayo de 2019

El ataúd

Tiro fuertemente de una larga cadena que se adentra en lo profundo del nicho y de ahí, un ataúd comienza a asomar. El ataúd cae al suelo, cerrado. Es de color negro, lacado, como un piano; elegante y fino; alargado y de formas suaves. Tiene una comedida cruz de plata en la parte superior de la tapa. Quiero compartir mi visión con el mundo exterior y asomo la cabeza fuera de aquella catacumba, y veo luces de linternas. Sé que hay humanos pero no veo a ninguno. Salgo completamente, abandonando esta joya en cuyo interior, lo desconozco, puede haber un cuerpo. En este punto tomo conciencia de que el mundo de los humanos es un gran ataúd dentro de un nicho que se hunde bajo las lluvias del monzón y se pierde tras su falsa hojarasca.

No hay comentarios :